La sentencia
Este
cuento de J.L Borges nos relata un suceso en la vida de un emperador probablemente
asiático (Chino o Taiwanés), El emperador soñó que al salir de su palacio y dar
una vuelta o mejor dicho dar un paseo nocturno por su jardín florecido algo
apareció de repente suplicándole ayuda de rodillas, el emperador quizás
conmovido por las palabras del ser extraño accedió a socorrerlo. Este ser
extraño le revelo su identidad al emperador diciendo que era un dragón y que
los astros le habían anunciado que al día siguiente antes del anochecer, Wei
Cheng quien era un ministro del emperador le cortaría la cabeza, el emperador
al escuchar esto juro al dragón protegerlo.
Al
despertar de su sueño el emperador pregunto inmediatamente por Wei Cheng,
haciendo que lo fuesen a buscar para asignarle tareas y para mantenerlo ocupado
todo el día y además vigilado para que no pudiese matar al dragón, con la
llegada del atardecer el emperador le
pidió a su ministro que jugase con él una partida de ajedrez, la partida era
larga y el ministro estaba cansado quedándose dormido.
Un
ruido ensordecedor perturbo la paz y tranquilidad de la tierra, al rato
irrumpieron en la habitación del emperador dos capitanes que llevaban consigo
una cabeza ensangrentada de un dragón, la arrojaron a los pies del gobernador
diciendo que había caído del cielo, Wei Cheng al despertar miro la cabeza con
preocupación y dijo- Que raro, yo soñé que mataba un dragón así-.
Este
cuento entrelaza el mundo de los sueños con la realidad o lo que pensamos es la
realidad, este dragón pidiendo ayuda al emperador se le apareció en un sueño,
el emperador iluso pensó que al mantener ocupado a Wei Cheng durante el día
nada malo le ocurriría al dragón, jamás imaginándose que en los sueños del
ministro se encontraría con el dragón matándolo. De un cierto modo estos dos
mundos se entrelazan y la prueba está en que la cabeza del dragón cayó del
cielo remeciendo la tierra.
A
mi parecer esta historia sucede entre dos mundos uno es al dormir y el otro
cuando abrimos los ojos, despertando. Al dormir vivimos en un mundo mucho más
fantástico y lleno de magia, quizás por el hecho de estar más relajados podemos
ver cosas que omitimos al estar despiertos, durmiendo somos capaces de ver
cosas, animales, seres fantásticos e inclusive entablar una conversación con ellos.
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