martes, 20 de octubre de 2015

La Sentencia de J.L. Borges

La sentencia

Este cuento de J.L Borges nos relata un suceso en la vida de un emperador probablemente asiático (Chino o Taiwanés), El emperador soñó que al salir de su palacio y dar una vuelta o mejor dicho dar un paseo nocturno por su jardín florecido algo apareció de repente suplicándole ayuda de rodillas, el emperador quizás conmovido por las palabras del ser extraño accedió a socorrerlo. Este ser extraño le revelo su identidad al emperador diciendo que era un dragón y que los astros le habían anunciado que al día siguiente antes del anochecer, Wei Cheng quien era un ministro del emperador le cortaría la cabeza, el emperador al escuchar esto juro al dragón protegerlo.
Al despertar de su sueño el emperador pregunto inmediatamente por Wei Cheng, haciendo que lo fuesen a buscar para asignarle tareas y para mantenerlo ocupado todo el día y además vigilado para que no pudiese matar al dragón, con la llegada del atardecer el emperador  le pidió a su ministro que jugase con él una partida de ajedrez, la partida era larga y el ministro estaba cansado quedándose dormido.
Un ruido ensordecedor perturbo la paz y tranquilidad de la tierra, al rato irrumpieron en la habitación del emperador dos capitanes que llevaban consigo una cabeza ensangrentada de un dragón, la arrojaron a los pies del gobernador diciendo que había caído del cielo, Wei Cheng al despertar miro la cabeza con preocupación y dijo- Que raro, yo soñé que mataba un dragón así-.
Este cuento entrelaza el mundo de los sueños con la realidad o lo que pensamos es la realidad, este dragón pidiendo ayuda al emperador se le apareció en un sueño, el emperador iluso pensó que al mantener ocupado a Wei Cheng durante el día nada malo le ocurriría al dragón, jamás imaginándose que en los sueños del ministro se encontraría con el dragón matándolo. De un cierto modo estos dos mundos se entrelazan y la prueba está en que la cabeza del dragón cayó del cielo remeciendo la tierra.

A mi parecer esta historia sucede entre dos mundos uno es al dormir y el otro cuando abrimos los ojos, despertando. Al dormir vivimos en un mundo mucho más fantástico y lleno de magia, quizás por el hecho de estar más relajados podemos ver cosas que omitimos al estar despiertos, durmiendo somos capaces de ver cosas, animales, seres fantásticos e inclusive entablar una conversación con ellos. 


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