Parece una Tontería
El
cuento parece una tontería nos relata una historia desgarradora, en donde
un accidente cambia por completo la vida Ann y
Howard un matrimonio que vivía una vida tranquila y estable con
su pequeño hijo Scotty y como esta historia se entrelaza con la de un
pastelero.
Un
día normal Ann fue a una pastelería a encargar un pastel para el
cumpleaños de Scotty, Ann se sorprendió al encontrar al
pastelero del local antipático, no la atendió como ella
esperaba, ni siquiera la miro, tan solo escucho la orden, le indico el día
en que estaría hecho su pastel y
le pidió su numero telefónico para comunicarse
con ella ante cualquier circunstancia. Ann pensó que un hombre
como él, que posiblemente tiene hijos debería saber y
entender lo que un pastel de cumpleaños significa, lo que estas celebraciones
significan para una familia, Ann no comprendió su actitud fría y
esto le dejo un cierto desagrado.
Por
fin llego el día de cumpleaños de Scotty, ese día el niño
se dirigía al colegio junto a un amigo pensando en que le
regalaría en la tarde por su cumpleaños cuando ocurrió el accidente,
a Scotty lo atropellaron, el niño quedo unos minutos en el suelo frente a la
mirada anonadada de su amigo, Scotty se
pudo levantar después del accidente y se dirigió a
su casa, le contó a su madre lo ocurrido y después se
desplomo en el sofá. Ann totalmente impactada llama a la ambulancia y
le avisa a su marido lo ocurrido.
En
el hospital y después de realizarle exámenes a Scotty y revisar su condición
después del accidente nadie comprende porque Scotty aún no despertaba,
sus padres estaban intranquilos, pero los doctores les pedían mantener la
calma, puesto que según ellos nada estaba mal, solo que Scotty estaba bajo un
sueño muy pesado. Si bien sus padres comprendían lo que les decían los doctores
ellos no se atrevían a irse de esa habitación porque
pensaban algo podría sucederle a Scotty, no
se perdonarían dejar al niño solo, no se perdonarían no
estar con él si algo llegase a pasarle a su hijo. Ann y Howard se apoyaban
mutuamente esperando a que su hijo despertase.
Al
transcurrir unas horas, las horas más angustiantes en su vida Ann convence a
Howard de ir a casa ducharse y luego volver, cuando este decide ir algo lo
descoloca y es que ya en casa suena el teléfono y al contestar le preguntan si
acaso iría a buscar a Scotty. Howard
ante lo sucedió trato de actuar lo más fríamente y colgó pensando que era una
broma de un psicópata, y volvió al hospital junto a su esposa e hijo. Al llegar
vio que todo seguía igual, no había ningún avance con la condición de Scotty,
los médicos le realizaban más exámenes y aún no podían responderse el por qué
el niño no despertaba.
Howard
al ver a su esposa le pidió que volviese a casa que él se quedaría con Scotty y
que la llamaría pasase algo, que fuese a casa a ducharse y darle de comer al
perro, Ann no quería, no soportaba la idea de dejar solo a su Scotty pero
finalmente accedió. Al salir de la habitación y pasar por un pasillo vio a una
familia, entablo una pequeña conversación con ellos, su hijo había sido herido
por un cuchillo y estaba en operación, Ann se sintió identificada con esta
familia, al tener ambas a su hijo entre la vida o muerte.
Al
llegar a casa Ann recibió una llamada telefónica preguntándole si
acaso se había olvidado de Scotty, Ann reacciono violentamente a
esta llamada, pensando era un psicópata que se estaba burlando
de ella y de su dolor, gritándole y maldiciendo a quien estaba detrás del
teléfono.
En
el hospital Ann antes de entrar a la habitación de su hijo pregunto por la
familia que había visto antes de marcharse, le informaron que el joven había
fallecido en su operación, Ann se sintió un tanto agradecida que ese joven no
fuese su hijo.
El
niño seguía sin reaccionar, nadie comprendía nada, Ann y
Howard se apoyaban y mantenían la fe en que su pequeño despertarse llamándolos,
cuando por fin el niño abrió los ojos gritando fuertemente, eso fue lo último
de su Scotty.
El
niño falleció, los padres estaban desechos, Ann
no podía reaccionar ni pensar con claridad, al recibir otra
llamada del supuesto psicópata Ann recordó que el pastelero tenía su número
de teléfono y que quizás fue él quien los llamo para
atormentarlos, se dirigieron a la pastelería a pedir
explicaciones y descargarse con él, el pastelero mostró una actitud
sorprendentemente empática, comprendía perfectamente el vacío,
la soledad el dolor de esos padres.
Se sentó con ellos, les ofreció algo para comer,
porque quizás era una tontería pero comer era importante en
esos momentos. Ese pastelero logro conectar con esos padres en su dolor, los
reconforto e hizo sentir cómodos, tanto así que se hizo de madrugada y
ellos seguían en la pastelería.
Este
cuento nos demuestra que no hay nada que sea tan estable y que en cualquier
minuto nuestras vidas pueden dar un cambio brusco de 180 grados.
Exelente lectura.
ResponderEliminarNosotros juzgamos por las apariencias y no pensamos que del que menos se espera puede estar en momentos tan difisiles